Hace algún tiempo mi mujer me sugirió escribir alguna entrada sobre paternidad y me ha parecido que hoy -día en el que mi pequeño cumple seis meses- es un buen momento. Este post carece de rigor científico, no he buscado información como suelo hacer antes de escribir ni he leido nada al respecto, se trata solo y exclusivamente de mi experiencia y opinión personal, que puede ser compartida por el lector o no.
La Historia
Como ya he dicho, hace justo seis meses nació Alonso -mi hijo-, y ya desde antes de nacer ha supuesto un cambio a todos los niveles en mi -nuestra- vida. Antes de nacer básicamente hay dos sentimientos: estres y miedo. Estres por tener todo listo para el dia del alumbramiento (ropa, carrito, etc.) y por no saber exactamente en qué momento habrá que ir al hospital y sobre todo miedo por la gran responsabilidad que se va a adquirir, ronda mucho por la cabeza la pregunta ¿Seré un buen padre? ¿Sabré educar bien a mi hijo?. A la primera pregunta obtendrás la respuesta al poco tiempo, para la segunda hay que esperar mas (yo todavía no lo se).
Y llega el momento: Te encuentras en el paritorio (despues de horas en dilatación) y de repente sale de tu mujer una pequeña criatura. En ese momento hay una explosión de sentimientos que realmente es dificil de describir, aunque sin lugar a dudas el predominante es Preocupación. Preocupación por un lado porque no sabes si el bebé esta bien y en segundo plano preocupación por la madre que esta físicamente mal despues del esfuerzo.
El sentimiento
A partir de este momento comienza a desarrollarse un sentimiento hacia el bebé nunca antes experimentado: Amor. Yo lo llamaría Amor Infinito. Te das cuenta que el amor que tienes hacia tu pareja, familia o tu amigo mas íntimo no es nada comparado con lo que sientes por tu hijo. Hay mañanas en las que te encuentras fatal porque no has dormido mucho (por el bebé) y que realmente tienes una especie de "enfado" hacia él por no dejarte descansar, pero cuando el bebé despierta, te mira y lo primero que hace es sonreirte se te olvida todo y la emoción empieza a recorrer tu cuerpo. Al principio el bebé no te trasmite sus sentimientos, solo se limita a dormir, llorar, mamar y hacer sus necesidades, pero al poco ya empieza a comunicarse con un lenguaje especial no verbal que solo los padres entienden y ya empiezas a adivinar que el sentimiento de Amor infinito que tu sientes seguramente es mutuo.
La pareja

Otro gran problema para la pareja -especialmente para el padre- es el desplazamiento. De repente toda la familia -con buena intención- quiere ayudar y el padre puede verse desplazado en su propia casa al verse invadido por su madre y su suegra. Si se resigna a que eso es así, se sentirá como "lo menos importante de su casa". La verdad es que para esta situación mis compañeros de trabajo ya me habían prevenido y la solución es fácil y sencilla: Intervén en la vida de tu hijo: cambiale el pañal, preparale la comida, viste a tu hijo, etc. aunque estén presentes sus abuelas. Exige tu "parte" de participación.
Cuando escucho que una pareja ha decidido tener un hijo para afianzar su relación porque no estaban muy bien pienso: Divorcio seguro! Y es que la relación de pareja se tensa tanto despues de tener al bebé que si flaquea un poco se rompe sin remedio.
Los abuelos
Ya he nombrado a los abuelos y su papel tambien es muy importante en el crecimiento del bebé. Por un lado lo estimulan y por otro permiten que la pareja tenga algo de tiempo para sí mismos. La estimulación temprana en el bebé es muy aconsejable, pero cuidado, si los abuelos lo estimulan mucho -como es mi caso- yo he decidido adoptar el papel de relajarlo. Cuando estoy con él solemos estar tranquilos, observando, intentando no usar juguetes con movimientos y música estridente. Solemos divertirnos bastante observando nuestras manos, cómo se mueven los dedos, estrujando algún peluche o aprendiendo a gatear.
Mi bebé y yo
Y en cuanto a la relación existente entre el bebé y yo, pues la puedo resumir en dos palabras: Amor infinito. El bebé ha supuesto un gran cambio en mi persona: lo primero que notas es que la escala de valores de lo que consideras importante cambia radicalmente y lo mas sorprendente: se pierde toda vergüenza. Yo que soy especialmente tímido he perdido la vergüenza a cantar -delante de otros adultos- y para colmo le he pillado el gusto a tirar la basura (que tengo que andar un buen trozo) en pijama y zapatillas.
Conclusión
Resumiendo, la llegada de un hijo supone grandes cambios en tí mismo como persona y en la relación de pareja, pero teniendo claro cual es tu lugar y teniendo una buena relación con tu pareja solo te queda por hacer una cosa: Disfrutar lo máximo de tu hijo!