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miércoles, 3 de julio de 2013

El ocaso de Cajamar

Hoy he ido a mi banco -a Cajamar- y lo he visto clarísimo: el banco está en apuros, ¿por qué? Pues lo tengo muy claro, mientras esperaba he ido a hacer lo que hago siempre: coger un caramelo pero esta vez no había ni cesta siquiera. Ha sido entonces cuando he tenido una visión del futuro de esta entidad que es la que voy a describir a continuación, pero antes -para quien no conozca los últimos acontecimientos- contaremos los antecedentes:

Recuerdo con alegría hace dos años escasos cuando hablando con un amigo -trabajador de Cajamar en un puesto de gran responsabilidad en Almería- me dijo: "Con la que esta cayendo puedes estar tranquilo, Cajamar es de las entidades con menores activos tóxicos de España". Me quedé tranquilo porque este amigo -aunque supongo que siempre intentará barrer para casa- siempre me habla muy sinceramente. Al poco lo volví a ver y me dijo unas palabras que me intranquilizaron: "Por estar tan poco tocados con el tema de las hipotecas el Banco de España nos ha 'sugerido' (léase como sinónimo de 'obligado') que absorbamos a una caja valenciana que esta muy tocada", pero me tranquilizó diciendo: "No nos hace gracia, pero el inmobiliario que tiene atrapado es muy pequeño para el volumen de Cajamar. No pasa nada" y me dijo algunas cifras y porcentajes que, sinceramente, ahora no recuerdo.

Para quien no lo sepa, hace cosa de un mes Cajamar decidió eliminar la clausula suelo (el mínimo que se paga aunque te corresponda pagar menos) a todas las hipotecas. Esta decisión está tomada a partir de una sentencia judicial que obligaba a eliminar dicha clausula en determinadas hipotecas de Cajamar y 3 entidades más y es muy discutible la forma en que se ha ejecutado, pero como se supone que todos los clientes hipotecados han sido beneficiados no voy a desgranar los matices discutibles de esta acción.

La historia es que ahora Cajamar tiene un problema porque sus balances no van a cuadrar de ninguna de las maneras puesto que van a dejar de cobrar unas cantidades previstas. ¿Qué hacer para equilibrar esas cuentas? Pues muy sencillo, a alguna mente pensante se le habrá ocurrido poner a cada jefe de oficina un objetivo que si sale bien los balances no se resentirán: Deben cobrar cómo sea el dinero que la oficina dejará de ingresar por la eliminación del suelo en sus hipotecas. Y para realizar esta barbaridad han tenido dos lineas de actuación:

La primera, que afecta sólo a ciertos hipotecados: retocar las hipotecas. Hay gente que, una vez quitado el suelo, paga más que antes. ¿Cómo puede ser esto? Pues muy sencillo, supongamos que yo firmé en mi hipoteca Euribor + 2,5, y luego ese diferencial se va haciendo más pequeño en función de los productos que tenga contratados: tarjetas, seguro de hogar, de vida, de coche, plan de pensiones, etc. De tal forma que puede llegar incluso al Euribor + 0,75. Pero ojo! lo firmado es un diferencial de 2,5, lo demás son "bonificaciones" que te da la entidad y que cuando no le venga bien -como ha hecho ahora- las quitará. 

La segunda, que afecta a todos los clientes: cobrar una comisión de mantenimiento de la cuenta corriente de 60€ anuales y de la tarjeta de débito de 30€ anuales.Esta medida está provocando la indignación de la gran mayoría de su clientela que esta acostumbrada a que esta entidad no cobre comisiones por ninguno de los dos conceptos anteriores. Pero no se preocupe, nos dice el cajero de turno cuando vamos a preguntar indignados por qué me han cobrado, existe un procedimiento por el que se pueden eliminar las dichosas comisiones: Comprar aportaciones.

Ojo a este producto porque tiene su letra pequeña que hay que conocer para que luego no vengan las madres-mias. Cajamar es una cooperativa y comprar aportaciones no es otra cosa que convertirse en cooperativista. Es algo así como comprar acciones de una gran empresa, pero con la diferencia de que las participaciones no cotizan en ningún mercado, por lo que es más difícil realizar su compra y venta. 

Pero no se preocupe, las aportaciones de Cajamar están dando una rentabilidad del 4% (es un poner) anual asegurado, nos dice el cajero al ver nuestra cara de sorpresa al escuchar la palabra "aportaciones" e inconscientemente recordar la palabra "preferentes". Pues esta frase demuestra una de las siguientes dos cosas: o que el cajero no tiene ni idea de lo que esta vendiendo o que realmente están muy interesados en vender aportaciones. Ese porcentaje de rentabilidad que están dando las aportaciones (y que hasta ahora siempre lo han dado, es cierto) no es seguro, puesto que convertirse en cooperativista hace que participes del reparto de beneficios de la entidad. Cuando no haya beneficios, se acabo la rentabilidad asegurada.

No pasa nada, cuando no sea rentable las vendo a la propia entidad: el cajero me ha dicho que las puedo vender cuando quiera. Otra negligencia de los empleados de Cajamar es el decir que se pueden vender cuando quieras. Si uno se lee los estatutos de Cajamar podrá ver que cuando uno compra aportaciones está aceptando una permanencia en la entidad -cual operadora de telefonía móvil- de 5 años, además los estatutos establecen que debe haber un capital social mínimo en la entidad y que no se admitirá "devolución" de aportaciones si esto supone infringir este capital mínimo.

Ya tenemos un producto que nos vende como "estupendo y sin riesgo" en el que vamos a tener el dinero inmovilizado un tiempo, puede suceder que aunque queramos recuperar el dinero no podamos y para colmo no hay ningún mecanismo estatal que nos garantice el dinero invertido.

- Hay que ver profe, ¡Cómo eres! Eso solo sucederá cuando el banco vaya malamente.

Pues es verdad, esto sólo sucederá en un mal escenario. Pero es que se me olvidó comentar al principio del post que mientras buscaba los caramelos en la oficina todas las personas que iban delante mía era para cancelar cuentas -concretamente siete en 50 minutos de cola- y, cuando entré en la oficina y vi tanta gente en cola inconscientemente dije "¿Qué pasa hoy?¿Es que regalan dinero?" y alguien me contestó: "Pues ayer había mas cola que hoy. Normal que haya gente, con lo que están haciendo".

Ya me estoy preocupando, ¿qué puede pasar con el dinero que me acabo de gastar para comprar aportaciones? Pues, si la entidad pierde clientes hasta el punto de que se quede tocada vendrá otro banco y la absorberá. Un banco no es una cooperativa, por lo que habrá que diseñar un mecanismo para compensar a los cooperativistas de la antigua caja: El más lógico es cambiar las aportaciones por acciones de la nueva entidad. Y esta historia ya nos la han contado antes: El día de la salida a bolsa de las nuevas acciones se desploman inevitablemente básicamente por dos motivos: por la disolución del capital y por las ordenes de venta indiscriminada de aquellas personas que ni saben ni nunca han querido operar en bolsa. Resultado: Aquel capital que se invirtió en un valor rentable y seguro ahora sólo se puede recuperar el 20 %. ¡Quién me mandaría a mi buscar el caramelo!