La vida es el producto de todas las decisiones que hemos tomado anteriormente. Cuando en algún momento nos preguntamos ¿Cómo he llegado yo a esta situación? deberíamos reflexionar y pensar en todas las decisiones que hemos tomado anteriormente, pues fruto de ellas es nuestra situación actual.
Cada vez que una persona toma una decisión esta eligiendo entre dos o más caminos, generalmente sin marcha atrás. Entonces, si tan importante es la toma de decisiones, ¿Como es que no tenemos un mecanismo eficaz para tomarlas sin errar? ¿Por qué a veces retrasamos la toma de decisión, dudamos o incluso nos aterroriza tomar la decisión? Hemos de recordar que estamos obligados a decidir, es más, no decidir es una decisión más.
Siempre tenemos miedo a equivocarnos, pero -tal y como dijo Godin- "Si no puedes fallar, no merece la pena", equivocarse tiene su "valor" y la palabra "valor" tiene dos significados: utilidad y atrevimiento. Dicen que para tener éxito hay que equivocarse, o lo que es lo mismo, para aprender hay que errar, de esta forma podremos corregir nuestras equivocaciones y aprender, es lo que en informática y en psicología (que yo sepa) se ha llamado Prueba y error. Es más, es muy raro encontrar a un gran empresario de éxito que no haya arruinado sus empresas previas. Hay que destacar que cuando uno comete una equivocación y es capaz de aprender y corregirla se trata de un error y no de un fracaso.
El primer error a la hora de tomar decisiones es guiarnos por los criterios de otros, el "No se", "Me da igual" no es un argumento válido para tomar una decisión acertada, no debemos buscar agradar a los demás. Lo primero que debemos saber antes de tomar una decisión es marcarnos un objetivo, es decir, saber qué queremos y aceptar la responsabilidad de nuestras decisiones con todas sus consecuencias, esto es un signo inequívoco de madurez emocional y autoestima.
Cuando hay que tomar una decisión cuantas más opciones tengamos mejor. Una decisión en la que sólo hay una opción no es una decisión, si hay dos opciones no hay mucho que valorar, pero tener múltiples opciones da para analizar y reflexionar. Hay que analizar todas las posibilidades y plantearse todas las opciones posibles aunque parezcan absurdas o extravagantes, cuantas más opciones mejor.
Pon todas las opciones sobre la mesa y analízalas. Pregúntate si la opción que estas analizando esta motivada u orientada hacia la solución o hacia el problema. Plantéate si esa opción contribuye a alcanzar tu objetivo. Recuerda: Buenas preguntas generan buenas respuestas. Y una vez que te hayas decidido asume las consecuencias con responsabilidad y aprende de los errores.
Basado en la publicación "Tomar buenas decisiones". Samsó
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